Javier Molina, periodista y poeta. PRIMER ANIVERSARIO LUCTUOSO, 28 de marzo de 2022.
(FOTOGRAFÍA: CREDITOS A QUIEN CORRESPONDA)…
Javier Molina, periodista y poeta..
Siempre lo veía caminar
por las calles de San Cristóbal de Las Casas, un periódico bajo el brazo, su mochila,
sus lapiceros y hojas. La mayoría de las veces frecuentaba el “Café la Selva”, una tarde del 2016 era el
mes de marzo, tío Agustín nos visitó, tengo que ir al café salimos para estar ahí,
cuando de pronto llega a nuestra mesa el mtro. Javier Molina, se saludan Tincho
como estas buen tiempo sin verte desde Septiembre del año pasado, si, vine porque
me invito mi sobrino Romeo, es Duvalier, si, el dirige la Fundación que lleva
el nombre de mi padre.
Yo escuchaba la plática
y sus anécdotas de juventud, en CMDX, Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de Las Casas.
Su musa para ambos sus letras, callados, con una gran memoria privilegiada,
solitarios y enamorados.
Al retirarse me dijo Don
Armando Duvalier es un gran poeta no sólo en Chiapas si no a nivel
internacional su obra no ha sido valorada, ni su dimensión periodística.
Al paso del tiempo
siempre conversábamos era un placer disfrutar de sus conversaciones, de sus
narraciones del 68. De periodismo de poesía.
Tuve la oportunidad de
estar en algunas sesiones del taller de creación literaria que impartió en el
Centro Cultural “El Carmen”, ahí en mis exposiciones me ayudó mucho a mejorar
mis textos literarios.
En el mes de febrero recibí
su llamada, porque no me avisaste que Tincho falleció, mtro. Javier no me dio
tiempo de avisarle a muchos conocidos, días después lo encontré caminando más
lentamente en la calle, conversamos unos minutos, Tincho siempre me visitó me
quede muchas veces en su casa y el en la mía, se ha adelanto ni modos, yo ando
un poco mal pero voy a recuperarme prontos, si maestro.
Pasaron los días ya no
se le vio caminar por las calles como frecuentaba diario, a principios de marzo
le llame me dijo que se sentía bien, fue la última llamada que tuvimos, el día
28 de marzo, supimos su lamentable partida, la radio, las redes sociales, los
mensajes dando la noticia.
Gracias por tanto mtro.
Javier Molina.
Javier Molina, nació en San Cristóbal
de Las Casas, Chiapas. En noviembre de 1942, estudió la carrera de Sociología
en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Allí mismo fue
promotor cultural del Colegio de Ciencias de Difusión Cultural. De la
generación de 1968, participó en las actividades políticas, literarias,
musicales, cotidianas, vitales de su generación. Desde entonces publicó sus
primeros escritos en las revistas Punto de Partida y de la Universidad; en los suplementos
La cultura en México y El gallo ilustrado. En 1974 publicó su primer libro de
poemas Bajo la lluvia (Coordinación de Humanidades de la UNAM). Luego, en 1978,
Para hacer plática (La máquina de escribir), y en 1984 Muestrario (que reúne
los dos anteriores, además de otros textos inéditos hasta entonces), con los
auspicios de la Secretaria de Educación y Cultura del estado de Chiapas. En
2002 publica el poema La luz se rebela (FONCA-Casa de las imágenes), dedicada a
la obra fotográfica de José Ángel Rodríguez denominada Lok´tavanej (Cazador de
imágenes). El lugar de los hechos reúne los libros publicados hasta ahora, más
un conjunto de poemas inéditos. Actualmente coordina un taller literario en su
tierra natal y escribe (desde su fundación) en el periódico la jornada.
Poemas:
Bajo la lluvia
La palabra derruida trastabillea
como
queriendo hablar
como
queriendo tocar una señal
un
sonido algún recuerdo
entre
las estrellas que pastan
en
la llanura
cuelga
de un árbol desprendido
como
una lámpara o una fruta que han
visto
el
paso del viento como un caballo
desbocado
una
tristeza a ras del suelo
sueña
el fijo de la luz
en
las esquinas
avances
prodigiosos de colores que
bañan
la
espalda de los lagos y los pájaros
envueltos
por el alba que respira.
Se ilumina el salón de las palabras
que caen
una
por una estableciéndose
en la línea
los
telones se mueven y la oscuridad
se mueve
como
un grito
aquí
se
miran las huellas
de
los cascos el brillo
de
sables en su vaina
el
agua de la ola rompe un vaso
y
aparece
un
color azul que pinta el cuarto.
Para hacer plática
San
Cristóbal de Las Casas
San
Cristóbal de Las Casas es el nombre
de
mi tierra, de mi pueblo natal.
San
Cristóbal es el santo patrono de
este
lugar, ubicado en los Altos de Chiapas.
La
leyenda católica cuenta que era
un
gigante que cruzo un rio, que un niño
le
pidió que lo llevara a cuestas.
Iba
a medio camino cuando se percató de que
el
niño pesaba tanto el mundo.
El
niño era Dios.
Las
Casas, apellido de mi pueblo,
es
el apellido del primer obispo de Chiapas,
un
fraile dominico, a quien también
se
le llama Padre de los indios.
Rock
Y
sigue el drama, va corriendo, transcurriendo.
Ahora
eres un combatiente.
El
adversario los errores gruesos, inconscientes
Y
deliberados. Luego llegan algunos
amigos
que hablan fuerte y viven
al
día como en la eternidad mexicana de Bach
en
la vieja iglesia musgosa en una
tarde
fría y afuera los álamos.
El
recuerdo del sabor, la nostalgia de la tierna
caminata
por los montes del Santuario.
El
tercer momento es distinto y resume
la
historia: el drama corre hacia legos,
montañas,
en la canción pueden oírse
los
pasos del músico por las calles del mundo,
Muestrario
El
árbol
bajo
la lluvia
una
semilla crece,
madura
en el campo.
El
árbol, en el fondo,
espera
la lluvia,
el
tiempo es claro
en
la sombra,
el
fruto es claro
en
las hojas.
Crece,
surge, se levanta
camino
al cielo
permanece
en la tierra,
aliviana
al viandante,
en
un señor del paisaje.
Comentarios
Publicar un comentario