Festejan con mucho fervor católico a Santa Rita de Casia, JUAN ANTONIO GONZALEZ
21 de Mayo de 2015, 21:41
Por Juan Antonio González
Pijijiapan, Chis.- Santa Rita
nació en Casia, Italia un 22 de mayo. Su verdadero nombre era Margarita, pero
desde muy pequeña la llamaron Rita. Desde su nacimiento, la santa empezó a
demostrar porque iba ser llamada la "abogada de los imposibles", pues
su madre era estéril y no podía concebir hijo alguno. Sin embargo, sus
continuas oraciones y penitencias le permitieron obtener la gracia de Dios de
dar a luz a una maravillosa y piadosa hija, comenta el cronista de la ciudad,
el arquitecto Arturo Sibaja Carbot.
El conocido cronista de
Pijijiapan señaló que Santa Rita, es la patrona de los pijijiapanecos y se
viene celebrando hace más de un siglo, “recuerdo cuando niño –hace ya algunos
años- agrega, todo era devoción, el pueblo se entregaba a su patrona, llevaban
ofrendas con música, a poco a poco ha ido cambiando, muchos feligreses
católicos se han ido a otras iglesias”, añade.
“Considero que sólo el 60 por
ciento de la población de este municipio es católico, el cuarenta por ciento se
ha ido a otras iglesias, es lamentable pero es la realidad, por eso nuestras
fiestas se han ido opacando, además en esta ciudad hay dos fiestas patronales,
Santiago Apóstol y Santa Rita de Casia, esta última es la patrona, es la fiesta
del pueblo”, puntualiza Sibaja Carbot.
Dijo que a pesar que ese
fervor católico ha disminuido, muchas empresas, escuelas públicas y privadas y
el pueblo en general siguen con esta tradición, ojalá que perdure mucho más,
agrega el entrevistado.
De esa manera, el cronista de
Pijijiapan sostiene que Santa Rita, desde sus primeros años, la santa
demostraba constantemente su piedad y su deseo de consagrarse a la vida
religiosa; su mayor gusto era dedicarse a la oración y a la caridad fraterna
con el prójimo. Sin embargo, por decisión y obediencia a sus padres, Santa Rita
contrajo matrimonio, recuerda.
El esposo de la santa resultó
ser una persona de carácter difícil y sumamente violento que constantemente
agredía y humillaba a Santa Rita; sin embargo, ella soportó el genio feroz de
este hombre por 18 años, con la más exquisita paciencia, sin quejarse, sin
recurrir a autoridades civiles para pedir sanciones y ofreciendo todo este
lento martirio por la conversión de los pecadores y entre ellos, el primero, su
malgeniudo esposo, y luego sus dos hijos, que también habían heredado el
malgenio de su padre.
La paciencia y oración de
Santa Rita dieron sus frutos, y poco antes de la muerte de su esposo, y luego
de sus dos hijos, se convirtieron de corazón. Ahora ya sin esposo y sin hijos,
Rita se dedicó a obras de caridad y a pasar largos ratos dedicada a la oración
y a la meditación. Deseaba ser religiosa pero las comunidades de monjas le
respondían que ellas solamente recibían a muchachas solteras. Ella aprovechó
este intervalo de tiempo para espiritualizarse más y dedicarse con mayor esmero
a socorrer a los necesitados.
Al fin las hermanas Agustinas hicieron una excepción y
la aceptaron en la comunidad. Una vez admitida como religiosa se dedicó con la
más estricta exactitud a cumplir todo lo que mandaban los reglamentos de la
Congregación y a obedecer a sus superioras con alegría y prontitud en todo.
Además, se dedicó a atender a las hermanas enfermas y a rezar por la conversión
de los pecadores y obtuvo prodigios a larga distancia. Santa Rita cayó muy
enferma, falleciendo el 22 de mayo de 1457. Su cuerpo se conserva incorrupto.
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